Judea. Año 30 d. C. Allí vive Judá Ben Hur con su madre y su hermana. A la zona han llegado legiones desde Roma, capitaneadas por Mesala, para impedir revueltas de la población de Judea contra el Imperio Romano. Mesala y Ben Hur serán buenos amigos hasta que e éste último sea encarcelado, junto con su madre y su hermana, por orden del propio Mesala. Ben Hur logrará escapar de prisión y jurará venganza a Mesala hasta el final de sus días. Venganza que intentará lograr en una carrera de cuadrigas donde, ambos, competirán a muerte.
Esta podría ser una suerte de sinopsis de la obra «Ben Hur» de Lewis Wallace que, adaptada en un tono de comedia gamberra y tronchante, por Nancho Novo y dirigida por Yllana, nosotros hemos podido ver en el Teatro La Latina bajo el título de «La loca, loca historia de Ben Hur».
Antes que nada y por encima de todo, esta puede ser quizá la comedia que más carcajadas nos haya provocado en mucho tiempo en la cartelera madrileña. Esta re invención de la figura del clásico de Ben Hur se atreve con la leyenda de una pieza emblemática y en esa reinvención la mirada de Novo e Yllana brillan gracias al tono irreverente alcanzado desde el principio hasta el final. La obra puede leerse en escenas que son gags, a cual más inspirado, en torno a la película original. El humor presente en esta pieza nos recuerda mucho al presente en «La vida de Bryan» de los Monty Phyton pues estamos, también aquí, ante una risa que apela a la inteligencia, a captar pequeños gestos, para poder reír a mandíbula suelta. La fórmula parece sencilla pero no lo es tanto: plantar en escena un casting de buenos/as actores y actrices y darles un texto hilarante, corrosivo, eficaz. Como si eso fuese tan fácil.
Los gags aquí se suceden y se desarrollan en un clímax in crescendo, con solvencia. Es imposible no reírse y no salir satisfecho tras haber disfrutado de una pieza que posee naturalidad, guiños bien traídos, insolencia, dosis de absurdo, e incluso, en una lectura entre líneas, crítica social con feminismo y canto a la diversidad sexual incluidos.
Hay algunas escenas que podríamos considerar «perfectas en su especie» (como decían los Monty Phyton de algunos de sus sketches cuando funcionaban bien). Ahí están, por ejemplo, la escena de los tres reyes magos con esa maravillosa idea de seguir una estrella de noche pero imposible seguir cuando se hace de día. El ángel que les recibe en Belén con esos movimientos francamente ingeniosos; la escena en casa de Judá Ben Hur con su hermana y su madre; la aparición de un narrador muy singular, la presencia de un Jesucristo al estilo película japonesa de terror o, sin lugar a dudas, para nosotros el mejor: el sketch de las leprosas, sencillamente desopilante. No se lo pierdan. Todo el reparto, sin excepción, encaja en esta delirante comedia. Pero, nos queremos quedar con el papel de la actriz Elena Lombao que, créannos, lo borda. Su comicidad es de esas que solo tienen algunas personas dotadas para la comedia. Ella lo lleva dentro: cada microgesto, cada momento, aporta. En particular en la diatriba con su compañera actriz por el asunto de los papeles que se les suelen asignar a las mujeres en el teatro. Con ella y con su compañera, las risas están mas que aseguradas.
La obra se nos vende con el anzuelo del teatromascope. Fíense de nosotros, más allá de una lucida carrera de cuadrigas bien dirigida y lustrosa, nada cansina, el punto álgido de este Ben Hur descacharrante reside ante todo en su autoparodia, en los personajes certeros, curtidos y curtidas en el músculo de la comedia y dirigidos con muy buen tino por Yllana. Hay el suficiente desparpajo, la suficiente agilidad y audacia como para pasar un rato realmente divertido. ¿Nuestro único «pero»?: su abuso del estereotipo del «mariquita» y la «locaza» que, a estas alturas, seamos sinceros, despide un tufillo un tanto, cómo decirlo, ¿cavernícola? (Sí, hay un homenaje final a la diversidad sexual y a la libertad del deseo, pero en algunos momentos el cliché desluce el equilibrio de la propuesta).
Por lo demás, si como reza el proverbio japonés : «el tiempo que uno pasa riendo, es tiempo que pasa con los Dioses», nosotros, tras ver la obra, podemos decir que hemos estado en el Olimpo.
LA LOCA, LOCA HISTORIA DE BEN HUR
PUNTUACIÓN: 4 CABALLOS
Se subirán a este caballo: Quienes busquen una comedia divertidísima con el mejor estilo Yllana.
Se bajarán de este caballo: Quienes busquen el rictus y gesto fruncido de Charlton Hetson o vengan reidos/as de casa.
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FICHA ARTÍSTICA
Reparto
Agustín Jiménez
Elena Lombao
Richard Collins-Moore
Víctor Massán
Fael García
María Lanau
Ficha artística
De Lewis Wallace
Versión de Nancho Novo
Dirección artística: David Ottone y Juan Ramos Toro
Escenografía: Carlos Brayda
Vestuario: Gabrila Salaverri
Iluminación: Juanjo Llorens
Diseño audiovisual: Javier del Prado
Producción ejecutiva: Focus
Dirección: Yllana
Una producción del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, Focus e Yllana
Una crítica de Watanabe Lemans
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