Rob Cole se queda huérfano siendo un niño. Él mismo verá morir su madre víctima de una enfermedad desconocida. Esta circunstancia lo anima a decidirse a estudiar medicina cuando se convierte en adulto. Decisión que le llevará hasta Persia donde desea formarse bajo la tutela del médico más importante de la edad media: Avicena.
Esta podría ser la sinopsis de la obra musical «El médico» que nosotros hemos podido ver en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid.
Corría el año 1986 cuando Noah Gordon, escritor nacido en Massachusetts, comenzaba a recoger frutos por el éxito de una novela histórica llamada «El médico». Un relato que se vendió muy bien sobre todo en Europa, más que en Estados Unidos. Pasados más de 30 años, que se dice pronto, Noah Gordon todavía vive y nos imaginamos la satisfacción que pudo sentir cuando unos españoles se plantan en Boston y le plantean llevar a las tablas un libreto de su obra convertida en musical. La producción, nos dicen, es enteramente española (así como lo la incursión en el cine de la novela fue enteramente europea, alemana).
Nos encontramos ante una historia, sobre todo, centrada en las aventuras, en la épica como sustrato: el periplo, el viaje de un héroe, desde Inglaterra a Isfahán, en la antigua Persia (actual Irán). De entrada, un viaje que ya en sí es una proeza. Pero es que toda la historia lo es, una hazaña de dimensiones que escapan a lo que cualquiera de nosotros podría llegar a asumir como posible. La esencia es hablar de la fuerza de la voluntad, de la fuerza del deseo, de la fuerza de la determinación o la convicción que pueden hacernos llegar cerca de nuestras metas, que puede hacernos conquistar lo que parecía una quimera.
La escala de esta producción, que podemos ver en la cartelera musical de Madrid, contiene todos los elementos para levantar, con destreza, esta premisa desde el sentido grandioso. Todo cobra una proporción francamente eficaz en el escenario: desde los muelles de un Londres del siglo XI hasta las dunas y arenas del impío desierto o los suntuosos palacios del Sha de Persia.
La escenografía se alía, contundente, con el vestuario, de Lorenzo Caprile, y con la música de orquesta en directo, Iván Macías al frente.
Hay, incluso, algunos momentos en los que podríamos estar hablando de una mirada operística al encontrarnos con los personajes y el coro cantando al unísono. Quizá, lo reconocemos, el libreto estire algunas arias en exceso como, por ejemplo, aquellas que se detienen en el vínculo que se genera entre el cirujano barbero y el muchacho que va camino de convertirse en joven adulto que concurren en la primera parte de la obra. Debemos reconocer que se nos hace más rápida y ágil la segunda parte. La primera concluye con el paso por el desierto y la decisión del protagonista de llegar a su destino, a Isfahán, incluso cuando parece haber encontrado el amor en una joven escocesa de pelo rojo que peregrina también, junto a su padre, en una caravana, camino de otro lugar.
Los ecos de la epopeya nos sitúan frente a una historia que apela al cerebro y al corazón en la que, a diferencia del cine, son difíciles de reproducir escenas de guerra y de batallas. Toda esa acción se intuye, se narra, se canta y el poder evocador de «El médico», en este sentido, acaba puntuando con nota alta.
Amén de verse reforzado por las interpretaciones musicales de las actrices y actores, este musical nos devuelve un potente mensaje que no ha envejecido desde el año 86. Un mensaje que habla de la idea de perseguir con ahínco nuestros sueños, siempre intentando sacar a flote la cabeza por muy adversas que sean las circunstancias. También ese potente mensaje de que la medicina es mucho más que lo biológico, y en ella debería caber la filosofía. Un mensaje acerca de cómo los dogmas, sean estos los que sean y vengan de donde vengan, siempre nos convierten en frágiles seres. Que el saber siempre es un antídoto contra la ignorancia, contra el oscurantismo. (Aplíquese esto también en nuestros actuales momentos oscuros como sociedad).
En lo que respecta a la parte técnica, escenográfica, visual, coreográfica, de vestuario, composición y dirección musical, «El médico» se impone honrosa, penetrante, audaz. Nada chirría en el conjunto y lo que vemos está equitativamente estudiado. Hay un enorme trabajo detrás de background, que se refleja en una producción digna del West End Londinense.
Centrándonos en el capítulo de las interpretaciones del reparto: lo primero, apuntar a un trabajo de dirección exquisito capitaneado por José Luis Sixto. Todo está engrasado, la maquinaria logra manejarse y obrar el sortilegio. El público parece entusiasmado. El despliegue en escena es de agradecer, como ya hemos dicho, en todo lo que a escenografía se refiere, pero, igualmente, en lo relacionado con el elenco. La organicidad es un hecho. Destacaríamos, de todo el reparto, a dos componentes que, a nosotros, nos han hecho vibrar en particular. Por un lado, la actriz y soprano Sofía Escobar, que encarna en la obra a Mary Cullen, la joven escocesa de la que se enamora el protagonista. Su papel es enigmático, completamente evocador. Su voz nos conduce a lugares donde caben la emoción, la sensibilidad, la hondura, logrando acometer con una mezcla de arresto y garbo maravillosos. Por otro lado, el papel del Sha, en manos de Alain Damas, consigue arrebatarnos en muchos momentos al poner su tesitura de tenor en un punto de vigorosísima sugestión (teniendo en cuenta que su papel de malvado y perverso le añade un componente atractivo).
No busquen demasiadas pegas a este poderoso artefacto resultante en entretenimiento, poética musical y narración visual que es «El Médico». Solo disfrútenlo y sientan como, al salir a las calles de Madrid, después de casi tres horas dentro de un teatro, todo les parecerá bastante anodino, tras haber formado parte de tan edificante lance. Véanla con el fervor de los bendecidos o de los condenados, pero véanla.
EL MÉDICO
PUNTUACIÓN: 4 CABALLOS Y UN PONI
Se subirán a este caballo: Quienes tengan buen gusto y pasión por las historias épicas.
Se bajarán de este caballo: Poca gente se bajará de este caballo.
FICHA ARTÍSTICA
Un musical de Iván Macías y Félix Amador. Basado en el best-Seller “El Médico” de Noah Gordon.
Dramaturgo: Félix Amador
Dirección: José Luis Sixto
Compositor: Iván Macías
Elenco (Principal): Adrián Salzedo, Sofía Escobar, Alain Damas, Joseán Moreno y Ricardo Truchado.
Coreógrafía: Francesc Abós
Director Musical y Orquestaciones: Iván Macías
Director Musical Asociado: Pablo Martínez
Diseño de Escenografía: Alfons Flores
Diseño de Vestuario: Lorenzo Caprile
Diseño de Magia e Ilusiones: Jorge Blass
Diseño de Iluminación: Luis Perdiguero
Diseño de Sonido: Olly Steel
Diseño de Peluquería y Maquillaje: Feliciano San Román
Director de Casting: José Luis Sixto
Diseño de Proyecciones / Video: Sabrina Sánchez / Kali Romiglia
Directora Vocal: María José Santos
Productor discográfico: Kevin Killen
Vestuarista: Eduardo de la Fuente
Ayudante de Dirección: Jesús Torres.
Asistente de Coreografía: Tatiana Monells.
Ayudante de Iluminación: Juan José Hernández
Ayudantes de Escenografía: Javier Ruíz de Alegría / Eduardo Moreno / David Pizarro / Yeray González
Jefe de Regiduría: Juan Carlos Fernández
Maestro de Armas: Ricardo Truchado
Director de producción: Iván Macías
Director asociado: Darío Regattieri
Director artístico: Pablo Martínez
Director técnico: Matías Carbia
Supervisor técnico: Pablo Santos
Gerente de compañía: Mercè Granè
Director de comunicación y marketing: Rafael Argudo
Adjunto de comunicación: Manuel Marvizón
Responsable de RR.PP y Protocolo: Ignacio de Cossío
Comunicación y RR.PP: Luis Gandiaga y David González
Marketing Manager: Cristina Moreno
Marketing: Matías La Porta
Agencia de Comunicación: Shackleton Comunicación
Digital: ZIZER | Boutiquedemedios Editorial: Versus Creative
Gestión de Derechos de autor de la novela: Gordon Publishing Services, S.L. Consultor de proyecto: Michael S. Gordon Director Económico: Manuel Astasio Director Económico Asociado: Guillermo Cervera Adjunta de Economía: Mercedes Rus Administración: Carmen Castro Una producción de Escrito en las Estrellas, S.L. y Musical El Médico AIE. BAJO LICENCIA EXCLUSIVA DE: VERSUS CREATIVE S.L.
Una reseña de @EfejotaSuarez
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